domingo, 27 de diciembre de 2009

Seduciendo a un canapé

Allí estaba, esperando a ser engullido de un momento a otro. Rodeado de botellas de vino y culturetas, sus minutos de vida estaban contados. Era un hecho.

Vestido para la ocasión, su cuerpo de pan crujiente soportaba una fina capa de mantequilla, sobre la que reposaba una tierna loncha de jamón serrano. El ritual del canapé se repetía de nuevo. Ese invento sabroso y variopinto era capaz de congregar en una misma sala a personalidades y personajes salidos de la nada. Mi mirada furtiva sopesaba detenidamente la distancia y los obstáculos que me separaban de la mesa, donde solitario y apetecible yacía mi objetivo.

En la esquina, una posible competidora fingía un interés mal disimulado por el libro protagonista de la presentación, que ojeaba sin apenas prestarle atención. Sus gafas de pasta gruesa escondían una mirada ávida de deseo y hambre, incapaz de ocultar sus verdaderas intenciones. Por su expresión se diría que hubiera sido capaz de comerse hasta la tapa gruesa de alguna atractiva portada.

Con paso decidido se volteó en dirección a su presa y entonces lo supe. Correría a mi vez antes de que fuera demasiado tarde. Me abalancé frenéticamente, en lo que se había convertido en una lucha a muerte por la supervivencia. A mi paso derribé a una señora y empujé al propio autor del libro, que se interponía en mi camino. Mientras tanto mi rival perdía un tacón en la carrera y cojeaba sin detenerse en línea recta, mientras un camarero con bebidas le obstaculizaba el paso. Todavía no estaba todo perdido, tres metros, dos, uno…

jueves, 10 de septiembre de 2009

El F.I.T.E.C celebra su 14ª edición con un variado itinerario cultural abierto a la participación en las calles de Getafe

El Festival Internacional de Teatro de Calle de Getafe (F.I.T.E.C) celebra los días 2, 3 y 4 de octubre su 14ª edición con una amplia gama de espectáculos gratuitos de teatro, música y danza a pie de calle. La compañía de Teatro Destellos, anfitriona y organizadora del festival, cuenta este año con la actuación de un total de 27 compañías procedentes de distintas partes de España y de otras partes del mundo, como Brasil, Argentina o Estados Unidos.


Concretamente, este año el F.I.T.E.C cuenta con la participación de 7 compañías teatrales internacionales, algunas de ellas afincadas en España. En ese sentido, figuras de la danza contemporánea como Pilar Villanueva, o compañías de teatro como la argentina-uruguaya “Los modernos” con su espectáculo en clave de humor “Fo”, serán algunos de los alicientes que darán un toque internacional e innovador al festival.

El evento contará también con la participación de grupos musicales, entre los que figuran “Kamala”, “Estela Bernal”, “Mikel Izal”, “Tao te kin” y “Vao”. Asimismo, contaremos con la presencia de “El puntillo Canalla”, una compañía Brass Band que actuará en colaboración con el FEMUKA (Festival de Música en la calle). Circo, acrobacias, títeres, teatro y danza se darán la mano para ofrecer un itinerario cultural plagado de humor y sorpresas en las calles de Getafe.


Actividades participativas

La compañía Destellos pondrá a disposición de los espectadores la feria de artesanía ART-FITEC, así como un maratón fotográfico capaz de retratar el bullicio, el color y la participación ciudadana en un evento donde se prevé la afluencia de unas 30.000 personas. Además, como ya ocurriera en pasadas ediciones, el F.I.T.E.C promueve un espectáculo de calle participativo, a través de su iniciativa “Butaca Solidaria”, cuyo objetivo este año es recaudar fondos para los niños refugiados iraquíes en Siria. Asimismo, durante el festival se entregará el sábado 3 de octubre a las 13H00 el premio al ganador del concurso de carteles 2009 del F.I.T.E.C, una iniciativa que ha empezado a llevarse a cabo este año y que ha demostrado una gran acogida.


A su vez, el evento pretende ser un punto de encuentro entre los actores y profesionales que acudan al F.I.T.E.C a través del espacio “El portal”, que permanecerá abierto los tres días de 12H00 a 14H00 y de 17H00 a 20H00 y donde los artistas podrán hablar de sus proyectos.

“Constelación”

La Compañía Destellos ha dado este año un paso más en la creación de Espectáculos de calle uniéndose a una empresa especializada en la creación y desarrollo de espectáculos multimedia, para llevar a las calles de Getafe su último espectáculo: “Constelación”.
Para ello, la compañía ha contado con la experiencia de un variado elenco de profesionales y con la combinación de diferentes técnicas audiovisuales, lumínicas y sonoras, a fin de recrear un hecho mitológico lleno de fantasía.

La compañía de Teatro Destellos, que inició su andadura en 1987, crea, organiza y dirige el F.I.T.E.C desde 1996. A la cabeza del mismo se encuentran dos profesionales con una trayectoria profesional consolidada en el mundo del teatro: el actor y productor, Javier García Ceballos y el director artístico, Fernando Salvá. El festival ha contado con subvenciones por parte del Ayuntamiento de Getafe y del Ministerio de Cultura, y ha obtenido la colaboración de entidades como la Obra Social Caja Madrid. Por su parte, también ha recibido el apoyo del Ayuntamiento de Laredo con la participación de 2 grupos de alto relieve de su localidad, como es el Desembarco de Carlos V y Vao.

sábado, 28 de marzo de 2009

El escritor imaginado y el lector sin dueño



¿Ha venido hoy la señora doña ficción a intentar seducirte? Algunos dicen que últimamente va muy maquillada y lleva falda corta, para intentar seducir mejor. Vino a verme el otro día, lamentándose acerca de que ya nadie la quiere como antes. “la gente se ha vuelto muy realista y pesimista con este de la crisis, ¡che!...” me espetó apesadumbrada, con un fuerte acento argentino. Últimamente se pasea amenudo por ese país, donde dicen hay un mayor número de ingeniosos y buscavidas debido precisamente a las sucesivas crisis. De ahí que se le haya pegado el acento…

Quizás las palabras de los escritores y las mentes de los lectores al juntarse hacen posible el milagro o la magia de la doble creación.

Por un lado, la interpretación del lector, que evoca sus propias imágenes al leer, y por otro, la voz del escritor, que quiso volar alto, traspasar barreras y comunicarse con “otros” en busca de una reacción. En busca de ese “toc-toc” que abra puertas a la reflexión y al diálogo. A veces lo consigue, otras no...

Lo que está claro, es que el protagonista de las mejores historias es siempre el lector. Hace suyos los recuerdos ajenos, remodela el imaginario ajeno con el suyo propio. Y hace posible que las palabras de otros dejen de tener dueño, para transformarse en imágenes adaptadas y personalizadas a sus propias vivencias.

En la literatura, los derechos de autor es un invento que nos remite al dinero, al ego y a la vanidad del escritor. Pero no nos engañemos. El lector siempre es el destinatario- creador final y, por lo tanto, el protagonista indiscutible. Porque sin él, no hay obra ni posteridad. No hay razón de ser para la creación original. Por mucho que una obra esté escrita, publicada y encuadernada. ¿Quién fue el primero y el último en retomar las palabras de otros para crear algo nuevo a su vez? Somos el producto de lo que vemos, leemos y oímos.

Mis reverencias al lector, que se apropia de vez en cuando de las palabras y las hace revivir con cada lectura. Sin él, miles de historias morirían antes de empezar.

Empezando por esta reflexión. Ahí va una propuesta de seducción literaria: “Los cuadernos de Don Rigoberto” de Vargas Llosa.

¿Queréis proponer otros títulos que os hayan seducido?...

jueves, 26 de marzo de 2009

La Jaula de las Fieras

Los colores vivos de los cuadros “fauvistas”, lejos de arañarse los unos a los otros como las fieras, convivían armoniosamente en aquel espacio enmarcado por las fronteras entre la ficción y la realidad. Su bestialidad consistía en un trazo luminoso y contundente, alejado de la moderación y de lo estrictamente correcto.
Ser incorrecto en una sociedad marcada por las tradiciones y las ataduras de lo real era estar loco de atar o ser una fiera.
Maurice de Vlaminck lo sabía, pero no le importaba. No era un académico, más bien al contrario. Se consideraba un autodidacta amante de las escenas cotidianas de su entorno. Su pincel podía captar el apacible y el sencillo respirar de los pueblos que prosperaban o languidecían a las orillas del sena, o bien retratar naturalezas muertas, que con sus colores resucitaban a golpes de pasión pictórica.
La sensación de movimiento a través del color, así como el estudio de los reflejos en el agua se convirtieron en una característica de su obra.
Cuando en 1905 presentó sus cuadros junto a Matisse en el Salón de Otoño, aquellos cuadros con dientes de colores mordieron la realidad y reinventaron un mundo propio. Aquel salón se había convertido en una Jaula de Fieras. Había nacido el fauvismo.


jueves, 19 de febrero de 2009

Alfons Martinell: “La cooperación cultural es un viaje de ida y vuelta”

En un entorno cambiante, donde hay un continuo fluir de personas y culturas, resulta difícil establecer cuales han de ser las principales líneas de actuación a la hora de hablar de gestión y cooperación cultural internacional.

Sin embargo, a pesar de las dificultades existentes para definir en que consiste exactamente la cooperación cultural en un mundo cada vez más globalizado y cambiante, Alfons Martinell, director de la cátedra de la UNESCO de Gestión cultural de la Universitat de Girona, expresó recientemente, en una ponencia en la Fundación CAI, en Zaragoza, la necesidad de no olvidar las diferentes áreas de actuación posibles, a la hora de hablar de cooperación cultural entre los pueblos.

Por un lado, tenemos la tradicional y eterna “promoción cultural” propia de un mercado cultural español en auge, cuyo objetivo es la difusión y divulgación de toda expresión cultural significativa, desde una perspectiva plural y multicultural. Todo ello, a parte del interés económico evidente de vender España en el exterior, conlleva la necesidad de proyectar una imagen de nuestro país, alejado en lo posible de los clichés indeseables y convencionales, que nos han venido persiguiendo durante décadas.

En un mundo donde nunca antes resultó tan fácil viajar, tanto por el espacio físico y real como por el espacio virtual y tecnológico, la cooperación cultural ha de ser un diálogo entre interlocutores dispuestos a ponerse en la piel del otro, y donde se consideren todos los actores culturales implicados, además de los institucionalmente reconocidos.

Por ello, cooperar debe adquirir un significado que vaya más allá de la promoción y sirva para recoger otras variantes y maneras de proceder culturalmente de otros países, potenciar los canales que permitan a los países menos desarrollados, financiar y difundir su propia cultura más allá de sus propias fronteras. Sobre todo, aquellos países, quizás, económicamente pobres, pero culturalmente muy ricos.

En el intento de trasladar nuestra cultura al exterior, el viaje siempre supone la oportunidad de regresar siendo “otro”. Porque “la cooperación es un viaje de ida y vuelta”, según Alfons Martinell, y supone la mezcla e implicación de actores diferentes en un mismo proyecto, que deberían relacionarse de una manera multilateral y abierta, para lograr un mayor entendimiento y sacar adelante proyectos culturales interesantes para el conjunto de la sociedad.

martes, 3 de febrero de 2009

La búsqueda del Otro, por una globalización de la diversidad

El viaje es sinónimo de aventura, de riesgo. También revela la curiosidad inherente de los humanos por lo desconocido y lo diferente. A veces, hacer un viaje es la búsqueda voluntaria del cambio, la necesidad de romper con todo lo conocido anteriormente con el fin de replantearse la realidad y la manera de proceder. Quien descubre ese gusto por la diferencia, descubre la posibilidad de adoptar una identidad nueva en un contexto inusual, en compañía de personas que a su vez son mundos por descubrir.

Ya en la antigüedad empezó a revelarse esa curiosidad en forma de grandes expediciones hacia lo desconocido, aún a riesgo de perder la propia vida en el intento. Ensalzados en la ficción y en la realidad, los viajes han representado la rebeldía y el empeño del hombre de salir de la ubicación forzosa, en la que por azar había sido predestinado a vivir. Marco Polo, Ulises, Vasco de Gama… son algunos de los personajes o protagonistas de viajes donde lo diferente aparece rodeado de un aura de magia, misterio y exotismo. El viaje conlleva un cambio en el mapa mental de la existencia, abriendo nuevas fronteras, redibujando constantemente espacios físicos y parcelas inexploradas del pensamiento. Sin duda, el mundo actual hubiera sido muy diferente si el gusto por el descubrimiento y la búsqueda del Otro no hubiera sido un instinto muy arraigado en el espirito de algunos exploradores y grandes pensadores.



Sin embargo, los exploradores pasaron un día a convertirse en conquistadores o invasores. Bien es sabido que la diversidad muchas veces no significa capacidad de convivencia y tolerancia. El conflicto entre pueblos y culturas se da sobre todo cuando se empieza a percibir la diferencia cultural como una amenaza para la propia supervivencia. Se convierte en un arma en si misma para justificar intereses económicos, territoriales o políticos. Y es que sin duda, la cultura está definiendo la relación existente entre unos habitantes y el contexto en el que les ha tocado vivir, marcados por sus experiencias pasadas, la capacidad para transmitir sus tradiciones y sus creencias.

En un primer momento, los países europeos acompañaron su afán de conocimiento, con el afán de colonizar e imponer al otro unas costumbres y creencias occidentales. Su intención era trazar unas fronteras mentales nuevas a su gusto, para distribuir los recursos existentes a su antojo y redefinir sus relaciones de poder con el resto de los países vecinos. Los resquicios del pasado han dejado una herida en las que antaño fueron colonias, así como en los estados que se crearon artificialmente, fronteras impuestas un día por la fuerza. La existencia de lo que hoy en día se llama Estado es relativamente nuevo. Y aunque actualmente la tendencia es la desaparición de las fronteras en pro de la globalización (quizás una nueva forma de colonización imperial económica) lo cierto es que el sentimiento de sentirse arraigado a un territorio concreto, y por consiguiente a unos derechos propios, sigue siendo importante para un pueblo.

La deseada globalización de la diversidad, en donde se habla de igualdad, sin suprimir o menospreciar las diferencias sería un paso más para hablar de una real convivencia. Ojalá sea posible viajar un día, en uno de esos largos viajes de descubrimiento por el mundo, y tener la sensación que la diferencia sirve para unir y no para menoscabar los derechos, tradiciones y creencias de otros pueblos. Puesto que el gusto por lo diferente es el impulso vital que nos une.

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