domingo, 14 de septiembre de 2008

Coleccionistas de pequeños mundos

"Mira fijamente. Es la forma de educar la retina, y más. Mira fijamente, curiosea. Escucha, espía. Muere sabiendo algo. No estás aquí para siempre".
Con esta frase, el fotógrafo norteamericano Walker Evans resume la esencia de la fotografía. Así como la fugacidad, el valor del instante y el paso del tiempo. Ser fotógrafo supone ser un observador cotidiano capaz de atrapar el espíritu de una época y de un contexto determinado. Es un medio capaz de retratar formas de vida, ciudades en movimiento que cambian según el ritmo y las historias de las personas que habitan en ellas. La fundación Mapfre nos ofrece estos días en Madrid un retrato de la sociedad norteamericana entre los años 30 y 70.
A través de la mirada de fotógrafos como Diane Arbus, Gary Winogrand o Friedlander Lee, la fotografía se convierte en testimonio y testigo de vidas pasadas y nos sumerge en el pensamiento y la vida de sus protagonistas, así como de quienes supieron captar destellos de cotidianidad con su cámara.


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